Todos hemos experimentado la sensación de una quemadura solar: el enrojecimiento, el dolor cálido y abrasador y luego la picazón y la descamación. Las quemaduras solares son una forma más obvia de daño solar, pero la realidad es que los rayos ultravioleta del sol pueden dañar lenta y sutilmente las células de nuestra piel con el tiempo, causando envejecimiento prematuro o, en el peor de los casos, cáncer de piel. Sin embargo, existen medidas preventivas que pueden ayudar a evitar el daño solar.
Tipos de rayos ultravioleta
Hay dos tipos diferentes de rayos UV: ultravioleta A de onda larga y ultravioleta B de onda corta , comúnmente conocidos como rayos UVA y UVB. Los rayos UVA constituyen más del 95% de la radiación ultravioleta que llega a la superficie de la tierra. Este tipo de radiación puede dañar capas más profundas de la piel y es responsable de daños a largo plazo, como el envejecimiento prematuro (fotoenvejecimiento).
Los rayos UVB son más directos y son los responsables de provocarnos esas quemaduras solares de las que hablamos y, según la Universidad de Iowa, juegan el papel más importante en la formación de cáncer de piel. Dicho esto, la protección es imprescindible durante todo el año, incluso en los días nublados, cuando el sol no parece tan amenazador. Proteger tu piel es muy importante y utilizar protector solar o bloqueador solar es una opción ideal para proteger la piel contra los rayos solares y sus efectos a largo plazo.
Los protectores solares/bloqueadores solares son barreras eficaces
El protector solar y el bloqueador solar ayudan a reducir los efectos de estos rayos en la piel. El protector solar ayuda a la piel a absorber los rayos del sol y convertirlos en calor, que luego se libera de la piel. El bloqueador solar es una barrera tópica que puede impedir físicamente que estos rayos afecten la piel. Ambos han demostrado ser eficaces para prevenir daños temporales y reducir los efectos a largo plazo de los rayos UV.
Elegir el protector solar adecuado puede ayudar a optimizar tu protección y usarlo regularmente reducirá el daño causado por la radiación directa e indirecta del sol. Al seleccionar un protector solar, es importante asegurarse de que ofrezca una cobertura UV de amplio espectro y que tenga un factor de protección solar (SPF) de al menos 50. Leer la información en el frasco le ayudará a determinar qué protector solar se adapta mejor a sus necesidades.